Bienvenido querido Egg Yolker, disfruta de este artículo sobre Tania Aimar
Hoy ha sido un día mágico explorando las calles empedradas y los templos ancestrales de Higashiyama en Kyoto, Japón. Os llevaré conmigo en esta aventura llena de historia y encanto.
Desde la mañana temprano, me perdí entre las estrechas calles empedradas de Higashiyama, rodeadas de casas de madera tradicionales y tiendas de recuerdos. Cada esquina revelaba una nueva sorpresa, desde pequeños santuarios hasta encantadoras cafeterías.
En Calle Ninenzaka, una de las calles más famosas de Higashiyama, Caminando por la calle empedrada, con el sol filtrándose entre los tejados y una sonrisa de asombro.Por la tarde, me adentré en la atmósfera tranquila y espiritual de los templos de Higashiyama. Desde el icónico Templo Kiyomizu-dera hasta el sereno Templo Yasaka, cada visita fue una oportunidad para reflexionar y encontrar paz interior.
En Templo Kiyomizu-dera, famoso por su plataforma de madera que se extiende sobre un acantilado, De pie en la plataforma de madera, con los brazos abiertos y una sensación de libertad.Al caer la tarde, me dirigí al Parque Maruyama, donde los cerezos en flor creaban un espectáculo de belleza natural. Con el sol poniéndose lentamente en el horizonte, me senté bajo los árboles y reflexioné sobre la fugacidad de la vida y la importancia de vivirla plenamente.
En Parque Maruyama, conocido por sus hermosos cerezos y su ambiente tranquilo, Sentada bajo un cerezo en flor, con las flores cayendo a mi alrededor y una expresión de serenidad en el rostro.Ha sido un día inolvidable explorando la belleza y la espiritualidad de Higashiyama en Kyoto. Espero que hayáis disfrutado de esta experiencia tanto como yo. Recordad siempre buscar la belleza en los lugares menos esperados y vivir cada momento con pasión y gratitud. ¡Hasta la próxima aventura, queridos viajeros!